El "Morinda citrifolia L", más conocido como noni, es un arbusto originario del sudeste asiático que fue introducido en la India y la Polinesia. El fruto que produce se emplea en Tahití y Hawai como medicina, ya que entre sus componentes químicos figuran la escopoletina, alcaloides, vitamina C y minerales como magnesio, hierro y potasio, entre otros. La sinergia entre sus componentes conferiría a esta fruta sus propiedades medicinales.
De la fruta al complemento dietético
La bióloga Julia F. Morton definió el noni en el año 1992 como un arbusto recto y largo, recubierto de corteza verde brillante; las hojas son elípticas, grandes, simples, brillantes, con venas bien marcadas. Florece a lo largo de todo el año, dando lugar a pequeñas flores blancas, de forma tubular; éstas producen frutos múltiples, de forma ovoide, con una superficie irregular de color amarillento o blanquecino. Contiene muchas semillas, dotadas de un saco aéreo que favorece su distribución por flotación. Cuando madura, exhala un olor penetrante y desagradable.De ser un fruto totalmente desconocido en aquel entonces, ha pasado a encontrarse entre las "superfrutas" aprobadas por la Comisión Europea, que en el año 2003 la definió como un nuevo alimento o ingrediente alimentario permitido en nuestros mercados. En occidente se consume sobre todo en forma de zumo y, aunque casi toda la producción es originaria del Pacífico (Tahití y Hawai), su auténtico origen se sitúa en el sudeste asiático.
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